Trucos que no fallan Cómo cuidar tu mate de calabaza

Una vez curada la calabaza o porongo, debemos ocuparnos de cuidarla para que nos dure más y esté en buenas condiciones para seguir disfrutando de esos sabores únicos que solo nos ofrece este tipo de mate.

1) Limpiar y secar bien el mate para evitar hongos

La higiene de este tipo de mate es fundamental, si no lo mantenemos limpio y seco, pueden aparecer hongos.

Apenas terminamos de tomar, hay que sacar toda la yerba y quitar los restos: primero con una cuchara y después con papel de cocina apenas humedecido, para terminar de secar con un repasador o paño. Cuanto menos exposición al agua, mejor.

2)Elegir una buena calabaza

Para  evitar que la calabaza o porongo se rompa o quiebre en el proceso de curado o después, cuando estamos tomando mate, hay que elegir una calabaza de paredes gruesas, de base angosta y boca ancha: las paredes gruesas la hacen más resistentes a golpes o caídas y las de boca ancha hacen que la yerba tarde más en mojarse y el sabor persista por más tiempo.

También hay que buscar una que sea cómoda a la mano, redondeada y que tenga una buena base para evitar vuelcos.

El recipiente debe quedar bien limpio y seco para evitar que se formen hongos.

Debemos evitar en lo posible el contacto con el agua: puede manchar el cuero e ir aflojando la virola (aro metálico que rodea la boca del mate), si se filtra en algún hueco.

Cuando menos contacto tenga con el agua, más te vá a durar la calabaza: en lo posible, no lo laves debajo del chorro de la canilla o grifo.

Una ayuda extra: una vez limpio, todos los días  dejarlo una hora en la ventana, para que se termine de secar con el sol de la mañana.  Como muchos materos toman mate durante la mañana… ¡lo mejor es tener dos mates!.

3) Curarlo bien: ¿Cómo curar un mate?

Apenas compraros uno, la forma básica de empezar a cuidarlo es curarlo bien.

Para que el mate no tenga el sabor propio de la calabaza, hay que curarlo bien: llenarlo con yerba mate usada por 3 o 4 noches, ir cambiando la yerba y cada vez que lo vaciamos, raspamos el interior para desprender el tallo leñoso del recipiente vegetal. En este enlace están los pasos a seguir.