Emprendedores argentinos Yerba Mate Vezná, mates con historia de inmigrantes
Todo comenzó con la llegada de los primeros inmigrantes a Misiones. “Somos una familia yerbatera desde que mis antepasados pisaron tierra misionera, fue el segundo contingente en llegar a Apóstoles”, recuerda Nicolás Spaciuk, quien remarcó en una entrevista con el sitio web Economis que siempre se dedicaron a producir hoja verde.
Los Spaciuk producen yerba en Apóstoles desde que se asentaron en la capital del oro verde misionero. Hace poco más de 17 años, en medio de la crisis más grave que enfrentó esta producción, decidieron lanzar una marca propia que rinde homenaje a los orígenes ucranianos de la familia. El cuidado de la calidad, la promoción boca a boca y la atención personalizada llevaron a la yerba Vezná a distintos lugares de la Argentina.
El camino de la marca propia
Nicolás rememoró que su abuelo Alberto Spaciuk –que por entonces ya estaba a cargo de los yerbales de la familia- decidió que era tiempo de salir a disputarle a los grandes molineros una parte de la rentabilidad que obtenían de la venta de producto elaborado.
“Nosotros producíamos mucho, pero vendíamos a muy bajo precio, los costos aumentaban. Había que buscar otra salida, que era la del valor agregado, entonces comenzamos con la molienda tercerizada y la marca propia y estamos en eso hasta el día de hoy”, dijo emocionado por el esfuerzo que puso su abuelo en dar el paso de contar con marca propia.
Nicolás recordó que, al momento de definir una marca, algo que no resulta sencillo porque hay que pasar el filtro del Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual, más conocido como el INPI, que controla que ninguna marca nueva tenga similitudes fonéticas, ni gráficas con otra marca ya existente.
¿Qué significa Vezná?
“Presentamos cien propuestas, ninguna fue aprobada. Ya desesperado una noche con mi abuelo dijo que su madre cuando vivía en el campo, siempre cuando terminaban las clases de la primaría decía: “Vamos a hacer trabajo de Vezná’, que es trabajo de siembra, trabajo de campo y la Vezná significa primavera en ucraniano. Así surgió el nombre de esta empresa familiar”, destacó Nicolás.
Secado y empaquetado
El desafío entonces a partir de ahí fue construir un negocio que fuera rentable a pesar de elaborar en pequeños volúmenes y tercerizar la industrialización, desde el secado hasta el empaquetado. La clave para consolidar la marca fue el sostenimiento de una calidad distintiva que se logra con el cuidado de los yerbales y un estacionamiento natural que respeta los tiempos necesarios para lograr un buen producto.
“Si podemos competir es gracias a nuestro cliente que valora el producto, la promoción es boca a boca. Nuestro principal valor es la calidad, tenemos un producto que sale de una planta que está muy bien cuidada, se estaciona naturalmente, preservado de cualquier contaminación de humedad y de cualquier cosa que pueda dañar a la yerba que es el producto más noble que tenemos en Misiones”, afirmó Nicolás.
Con una producción en pequeña escala, resultó fundamental para Vezná mantener un esquema de comercialización personalizado, sin intermediarios que encarezcan el producto. Colabora toda la familia vendiendo de manera directa a sus contactos personales y a través de redes sociales.
Puntos de venta
“La comercialización es de persona a persona. Atendemos pedidos directos de clientes para consumo propio o que las venden en sus mercaditos en Rosario, La Plata, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Paraná, Corrientes, San Juan, hasta Rio Negro. Llegamos a pesar de los costos de la logística que son muy altos y más porque nosotros manejamos volúmenes pequeños, eso hace que fuera de Misiones mi yerba sea cara, pero gracias a que es apreciada se consume igual”, destacó este joven emprendedor.
Como novedad Nicolás dijo que en poco tiempo estrenarán packaging y dejarán la histórica etiqueta que se pegaba a mano, por una ya impresa en el papel, un cambio que seguramente no pasará desapercibido por sus clientes.
Fuente y foto principal: Economis.com.ar