Para tus mates Secretos para lograr un bizcochuelo alto, húmedo y esponjoso
Hacer un bizcochuelo casero para acompañar tus mates no es tan difícil como parece: esponjoso, perfectamente horneado, y que pueda comerse solo o se pueda rellenar para hacer una torta, armamos una guía con todos los puntos fundamentales que debemos tener en cuenta.
1. Precalentar el horno
Este paso es fundamental para el éxito de la receta. El truco de calentar a máxima temperatura para que calentar rápido el horno y luego bajarlo, no funciona porque cuando introduzcamos el bizcochuelo, recibirá un golpe de calor muy fuerte, que no necesita.
Hay que hacerlo a la temperatura media: a 160°/170°. Con 15 minutos de calor, está perfecto.
2. Los ingredientes del bizcochuelo
Son 3 básicos e indispensables y uno extra. Los imprescindibles son huevo, azúcar y harina y el extra es el saborizante que puede ser esencia o extracto (es mucho más potente el sabor) de vainilla por ejemplo, o ralladura de cítricos. La harina es 0000, sin agente leudante, ya que el aire se incorpora a la mezcla a través del batido.
3. El punto letra
Es el punto más importante para lograr el bizcochuelo soñado. Si este punto falla, no vas a lograr un bizcochuelo esponjoso y alto. Se le llama “punto letra”porque se logra cuando se baten los huevos con el azúcar (unos diez minutos) hasta que al levantar el batidor, se pueda escribir sobre el batido y la letra permanezca unos segundos sin diluirse.
También cambia el color de la mezcla , pasa de ser amarillento a blancuzco. La mezcla pasa de tener burbujas grandes a micro burbujas de aire que sostienen la crema. Si se bate poco y se une con la harina antes de llegar al punto letra, saldrá un bizcochuelo apelmazado y chato, compacto.
4. El molde
El formato es opcional, pero siempre hay que utilizar manteca y harina para desmoldar la torta.
Otra opción es usar papel manteca parafinado. Atención que no es el que venden en todos lados. Es más brilloso y se despega sin necesidad de materia grasa. Si tenés en casa el papel manteca,aconsejamos que también lo enmanteques y enharines ligeramente antes de verter la mezcla.
5. La temperatura del horno
Si tu horno tiene termostato y podés girar la perilla en la temperatura exacta, sería 160°. Máximo, 170°. Sino, buscá una temperatura media, pero nunca el fuego corona (¿es muy bajo!)
Nunca abras la puerta del horno antes de los 40 minutos , porque el bizcocho se vá a bajar y agrietar. De ese paso no hay vuelta atrás. Recién podemos brir cuando el bizcochuelo ya creció y llegó a su punto alto. Esto sucede cuando ya ha pasado el 75% del proceso de cocción.
6. La técnica infalible: el palillo
Lo usaban nuestras abuelas y no falla… si no estás segura de la cocción, introducí en el medio un palillo (brochette o escarbadientes) y si al retirarlo sale limpio, está listo. Por el contrario, si sale con mezcla pegada, es que le falta un poquito mas de cocción
Extra tips:
- Reemplazar la manteca por el aceite: es más económico y queda más húmedo.
- Usar un aceite neutro (que no tenga un sabor intenso).
- Si no utilizás harina leudante o polvo para hornear y querés que quede esponjoso, hay que batir más.
- El aire que se incorpora al batir, hace que el bizcochuelo sea más esponjoso.
- Hornear a la temperatura adecuada: La temperatura correcta para cocinar una receta dulce es de aproximadamente 180ºC.
- Apenas se entibie el bizcochuelo, hay que desmoldar. Para saber si está listo, probar con un cuchillo: si sale seco, ¡Ya está!
¿Cómo hacer la versión bizcochuelo de chocolate?
¡Agregale chocolate instantáneo en polvo y un chorrito de leche y listo!
Un toque critico: agregar ralladuras de limón o naranja para darle un toque cítrico.