Cuatro siglos de aventuras Datos curiosos sobre la historia de la yerba mate
Moneda de intercambio
La yerba mate fue un vínculo entre diferentes pueblos indígenas de América: los guaraníes la intercambiaban con los indios Pampas, los Aymara (Bolivia, Perú y el norte de Chile y Argentina), y los Mapuches (originarios de Chile).
Mates de oro y plata
En la época colonial, el mate se extendió a todas las clases sociales. Los ricos tenían mates guarnecidos en plata y oro y lo bebían con una cuchara o apartador de plata.
Primera mateada documentada
La primera referencia histórica documentada del consumo de yerba mate con bombilla es el relato de Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) de 1592: (las hojas de yerba mate) “… Eran transportadas en “guayacas”, pequeños bolsos de cuero en el que los nativos guardaban sus más preciados bienes.
«Al momento de su consumo, colocaban las hojas de Caá que previamente habían sido secadas con técnicas rudimentarias en una calabacita (Lagenaria siceraria) que utilizaban como recipiente, y aprendieron a infusionar el mate, sorbiéndolo por medio de diminutas bombillas de cañas, llamadas “takuapý” en el idioma guaraní.”
Prohibido tomar mate
Un 20 de mayo, pero de 1616, en Buenos Aires se difundió un bando con un decreto que prohibía terminantemente tomar mate o la posesión de yerba. La orden provenía del gobernador del Río de la Plata y del Paraguay, Hernando Arias de Saavedra, conocido como Hernandarias.
Quien infringiera la ley recibiría una multa si era español o, si se trataba de un aborigen, lo castigarían con cien azotes.
El antecesor de Hernandarias, Diego Marín de Negrón, le había escrito al Rey Felipe III de España, en 1610 para advertirle acerca de ese «vicio abominable y sucio que es tomar algunas veces al día la yerba con gran cantidad de agua caliente».
«Tomar mate hace a los hombres holgazanes, que es total ruina de la tierra». Y lamenta que como el vicio es «tan grande, temo que no se podrá quitar si Dios no lo hace».
Se prohibió el cultivo, la venta y el consumo de la yerba mate. Toda la que había en la ciudad fue secuestrada y se quemó en la Plaza Mayor o se la arrojó al río.
Bebida del demonio
Apenas llegaron, los Jesuitas consideraron a la yerba mate como una “bebida del demonio”, y solo después de notar que la infusión tenía efectos benéficos, respaldaron su consumo e iniciaron la domesticación de la planta (en el año 1609), promoviendo los primeros cultivos.
El hábito de tomar mate se expandió y las hojas incluso eran exportadas a Europa, donde se la conocía como té de los Jesuitas.
Yerba mate importada de Brasil y Paraguay
Con la expulsión de los Jesuitas (ocurrida en 1769), sobrevino el abandono de los yerbales, por lo cual durante la mayor parte del siglo XIX, la Argentina importó yerba mate de Brasil y Paraguay.
Manuel Belgrano, el protector
En ese contexto, Manuel Belgrano tomó una medida para proteger a la yerba mate argentina, tal como lo relata Domingo Aranda en su trabajo “Antecedentes históricos de la yerba mate” (1986, INTA): “En ocasión de la expedición al Paraguay (1810) enviada por la Primera Junta bajo las órdenes de Belgrano, éste, al ponerse al tanto de la situación de las ex Reducciones, dicta un Reglamento.
Entre sus disposiciones había una por la cual prohibía bajo pena de multa cortar un solo árbol de yerba. En aquel entonces, debido precisamente a la falta de control, para cosechar la yerba se volteaba el árbol y luego se procedía al corte y quiebra. De ahí la disposición de Belgrano en el sentido de prohibir ‘cortar’ los árboles de yerba. Pero como no había ningún tipo de control, la depredación siguió.
El único gobernador indígena
Andresito Guacurarí fue el único gobernador indígena de la historia argentina, quien proyectó un mercado y un circuito comercial para la yerba mate, beneficiando directamente a guaraníes.
Andresito incentivó el comercio de la yerba como principal motor para la recuperación del sector productivo.
Me parece increible que prohibieron el mate, realmente es sorprendente.