Ritual ancestral ¿Cómo ser un Sensei del mate y preparar el mejor mate?
Preparar un mate perfecto requiere de conocimientos que solo se adquieren investigando y respetando los pasos de un ritual que se remota a los guaranies, considerados los primeros bebedores de mate.
Estos son los trucos de expertos materos, que se han mejorado con los siglos, y nunca fallan:
1) Conocer sobre los tipos de yerba mate:
La yerba mate contiene distintas proporciones de hojas molidas, palos y polvo de hojas, si queremos mates más intensos hay que elegir yerbas despaladas.
En cambio, si queremos invitar mates a personas que nunca bebieron la infusión, hay que comenzar con yerbas más suaves para mates no tan amargos.
Esta guía va a ayudarte a diferenciarlas y a escoger la adecuada.
2) Mezclar bien la yerba mate
Es sumamente importante mezclar bien la yerba: tapar la boca del mate con la mano y sacudirlo/agitarlo con energía para que se mezclen bien todos sus componentes. También se puede comenzar a mezclar desde el paquete. Los mates van a ser más parejos en sabor y duraderos.
3) Comenzar con agua tibia y estar atentos a la temperatura
Todo buen cebador sabe que siempre debe comenzar con agua tibia a unos 40 °C. (para no quemar la yerba), ir desechando esos primeros mates que suelen ser muy amargos y no tienen la temperatura adecuada.
Cuando la temperatura llegue a los 75 °C, y la pava comience a «cantar» (hace un ruido similar a un silbido) hay que apagar la hornalla de nuestra cocina (van a verse unas pequeñas burbujas en los bordes de la pava).
4) Servir poco para no mojar rápido la yerba
Este truco es fundamental, porque la «montañita» o parte seca de la yerba, es la que se vá «desarmando» con el agua y liberando lentamente el sabor de los mates.
Un maestro o maestra del mate, siempre cebar con poca agua y siempre cerca de la bombilla. ¿El resultado? Mates más rendidores.
¿Cómo darse cuenta que ya soy un sensei del mate?
Nuestros invitados son los que van a evaluarnos, cuando gusten de tus mates lo van a expresar con halagos: ¡Qué buenos mates! ¡Muy ricos!. Nada más lindo que esas palabras, que premian a un verdadero cebador de mates.
¡Llegar a ser un experto vale la pena! Ahora es tiempo de practicar, dicen que la práctica hace al maestro.