Historias de emprendedores Guayaki y el argentino que llevó la yerba mate a Estados Unidos

La yerba orgánica gana terreno, ante la demanda de los consumidores que piden productos más amigables con el medio ambiente; buscan además empresas comprometidas en ayudar a las comunidades que los producen.

En la misma sintonía, y con el objetivo de regenerar parte de la selva paranaense , el argentino Alex Pryor y su socio, David Karr, fundaron Guayakí en 1996.

Alex Pryor es un fanático del mate, y cuando viajó a los Estados Unidos para estudiar ingeniería en alimentos, consiguió contagiar su entusiasmo por el mate a sus compañeros de la facultad, entre ellos a quien sería después su socio americano: David Karr.

Con el tiempo, lograron posicionarse en el mercado estadounidense y canadiense con sus productos a base de yerba mate certificada de pequeños productores y comunidades de los pueblos originarios.

Los comienzos

En un comienzo, la compañía vendía yerba, bombillas y mates para tomar mate de la manera tradicional. Sin embargo, el negocio despegó en el 2005 cuando lanzaron las botellas de tereré con hierbas nutricionales y jugo orgánico.

Rápidamente, el producto se convirtió en la mitad de sus ingresos. A su vez, en 2009 presentaron las latas que en un año captaron un 10 por ciento de los ingresos.

La empresa trabaja hoy con más de 113 productores y comunidades guaraníes de Argentina, Brasil y Paraguay. Además, cuentan con trabajadores que cosechan de los propios yerbales bajo sombra, que tienen en Comandante Andresito, Misiones.

Empresa B

“Es una empresa B, y este tipo de empresas han sido reconocidas como parte de las Nuevas Economías, y cuyo propósito es el Triple Impacto Positivo. Generar ganancias, beneficios sociales, y beneficios ambientales. Guayakí es una de las primeras Empresas B del mundo y ha sido partícipe del proceso fundacional de estas empresas”, relata al portal web Economis, Fabiana Pose, directora regional de la firma.

Agricultura orgánica regenerativa

En Argentina, además de las certificaciones base, cuentan con una Certificación Orgánica Regenerativa (ROC), un nuevo estándar que busca elevar la vara de cómo se producen los alimentos.

“La Certificación ROC utiliza un estándar orgánico de base y se agregan otros pilares de agricultura orgánica regenerativa, que tienen que ver con la salud del suelo, el plan de la tierra, el bienestar, además de la equidad social entre trabajadores y productores.

Certificación Comercio Justo

Guayakí también trabajan con la certificación Comercio Justo, que garantiza que cada eslabón dentro de la cadena de producción de yerba mate reciba un precio justo.

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Además, los productores o cosecheros, dependiendo de cada escenario que tengan, reciben un premio, que es un porcentaje del valor de exportación de la yerba mate que luego invierten en proyectos comunitarios.

“Por ejemplo, en Andresito se construyó una sala de atención médica primaria que, para poder hacerlo se trabajó junto a la municipalidad. «El beneficio va más allá de lo material, ya que hay mucho diálogo y trabajo en conjunto con otras organizaciones, eso es la parte de comercio justo”, explicó la directiva.

Para saber más sobre Guayaki, el sitio web oficial es: www.guayaki.com