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Producción sustentable El Instituto Nacional de la Yerba Mate reconoció al mejor productor del 2021

Plantar árboles, caminos empastados, cubiertas verdes y otras técnicas para retener el agua de lluvia, fueron las claves para el premio.
reconocimiento inym mejor productor yerbatero
mejor productor de yerba mate en arentina 2021

Amigo de la naturaleza

Walter, mediante la adopción de prácticas amigables con la naturaleza, la incorporación de tecnología y técnicas de manejo de planta y suelo, ha logrado una producción sustentable, con un rendimiento de entre 12.000 y 14.000 kilos de hoja verde por hectárea por año.

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Este productor de colonia El Chatón, departamento de Leandro N. Alem, Misiones, consigue una producción sustentable en tierras que tienen muchos años de trabajo y lo hace cuidando el ambiente y el suelo, que de acuerdo a los análisis realizados hace 10, 5 y el último año, está mucho mejor que antes”, continuó.

La chacra de Wurfel tiene 25 hectáreas, con suelo de complejo 9, rojo, profundo, dónde 10 hectáreas están destinadas al cultivo de yerba mate.

“Parte del yerbal es del año 45 y otra parte, de los primeros años de la década del 80”, contó el productor. El promedio de rendimiento del yerbal es de entre 12.000 y 14.000 kilos de hoja verde por hectárea por año. “En el 88 comencé a incorporar cubiertas verdes y hasta ahora día cuido mucho el suelo porque es el sustento de todo”, expresó.

Cubiertas verdes y árboles

Los lotes de yerba mate tienen cubierta verde espontánea e implantada (avena negra, nabo forrajero); también pasto elefante como cortina, y caminos totalmente empastados, lo que evita la erosión y ayuda a retener el agua en el suelo productivo. También, árboles como kiri, grevillea, cedro y nuez de macadamia.

Wurfel se destaca además por buscar permanentemente conocer nuevas técnicas y por compartir sus experiencias con los demás productores.

«A veces uno piensa que ya sabe todo y cuando vas a una capacitación te das cuenta de que hay mucho más para aprender”, subrayó. En ese sentido recordó que el resultado actual es parte de un proceso que se inició hace muchos años: “todo lleva su tiempo, pero con esfuerzo y dedicación, llega la buena cosecha”.

Aquí se fertiliza de acuerdo al rendimiento de la cosecha; para la reposición de nutrientes, se realizan dos aplicaciones con mezclas de nitrógeno, fósforo y potasio, siempre y cuando sean adecuadas las condiciones climáticas.

La chacra se encuentra certificada por Rainforest Alliance, para los cultivos de té y yerba mate.

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